En el auditorio municipal, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) sesionó este lunes por la noche, con la presencia de todos los concejales, de la asesora legal Paula Cerva y el director de Comunicación y Conectividad, Juan Manuel Ferreyra Suescun, al tiempo que vía Meet estuvo conectado el licenciado y profesor de Historia José María Resiale Viano.
En primer término, se aprobó por unanimidad la licencia por término de 90 días de la concejal Silvina Resiale, quien se está desempeñando como jueza de Faltas de la Municipalidad.
Posteriormente, también por unanimidad, se autorizó al Poder Ejecutivo a la venta de una desmalezadora por 520 mil pesos.
Luego, se aprobó por unanimidad la creación de la Comisión de Historia de Villa Ascasubi, ante la necesidad de desarrollar tareas de investigación sobre la historia de Villa Ascasubi y resguardar del patrimonio histórico de la localidad. Se consideró que la historia constituye un factor fundamental como constitutivo de la identidad como comunidad de los habitantes de Villa Ascasubi, que con anterioridad no se han desarrollado estudios sistemáticos sobre el pasado de la localidad y que Villa Ascasubi fue el primer centro urbano constituido en el Departamento Tercero Arriba.
“La idea de la comisión surgió con la idea de proteger el patrimonio de la historia de Villa Ascasubi y el patrimonio cultural. Formamos una comisión que por ahora viene funcionando con la voluntad de quienes desean asistir. Es abierta. No hay límites para la conformación. Son interesados por la historia del pueblo y con ganas de trabajar. Se acercaron jóvenes y personas mayores. Se hicieron entrevistas a personas mayores. El objetivo de la comisión es trabajar para recuperar la historia del pueblo. Una de esas tareas es la protección del patrimonio”, apuntó Resiale Viano, conectado vía Meet.
“El proyecto de la creación de la comisión formaliza lo que viene sucediendo”, agregó.
Finalmente, se realizó primera lectura del proyecto de ordenanza de la protección del patrimonio cultural de la localidad de Villa Ascasubi.
Resiale Viano sintetizó los aspectos centrales de los 42 artículos. “El patrimonio cultural, tomando definiciones de UNESCO, puede entenderse como un producto o como un proceso que se va construyendo, con elementos de nuestro pasado, para transmitirlo a generaciones futuras. El patrimonio no es sólo lo material, sino también lo natural y lo inmaterial. El patrimonio cultural contribuye a revalorizar la cultura y la identidad, enriquece el capital social, nos da sentido de pertenencia, individual y colectivo, importante para una localidad como la nuestra, para generar cohesión social y territorial”, explicó. “Podemos acceder a modos de vida que ya no existen”, valoró.
Entre los objetivos, planteó evitar acciones que puedan dañar el patrimonio cultural de Villa Ascasubi tanto por privados como por el Estado. “A medida que pasa el tiempo, el deterioro de bienes puede llevar a su destrucción”, enfatizó. “No es una cuestión arbitraria. Una vez que se destruyó, no se puede reconstruir porque pierde su valor histórico”, indicó.
A la hora de explicar cómo surgió la ordenanza, citó antecedentes legales provinciales y nacionales, como así también valoraciones de UNESCO y organismos internacionales.
La ordenanza cuenta con ocho títulos. “Hay diferentes niveles de valoración y de intervención de bienes”, señaló.
Entre bienes culturales, hay cuatro categorías: bienes inmuebles, bienes muebles, yacimientos arqueológicos y paleontológicos y bienes naturales.
“Por ejemplo, la mayoría de las viviendas del catálogo de bienes están dentro del nivel de protección 3, porque han sido bastante transformadas. Queremos preservar la fachada”, comentó el especialista.
En cuanto al catálogo, se detalla año aproximado de origen del bien, fundamentación de la importancia y valoración, como puede apreciarse en el PDF adjunto.
Respecto a estancias citadas en el documento, aclaró que se piensa en el complejo edilicio y no en tierras aledañas, respondiendo una observación de la concejal Silvia Fraresso. “Poder proteger y recuperar esos edificios al estilo estancias jesuíticas permitirían conocer modos de vida, de producir y de hacer de tiempos pasados. La comunidad educativa del pueblo y la región, si se pone en valor esos inmuebles, permitirían hacer viajes educativos”, ejemplificó.
También citó que se pretenden colocar carteles sobre ciertos lugares característicos que tal vez ya no funcionen en el sitio de origen. “La intención es poder ir recuperando la historia a través de carteles indicativos. Si uno pasa caminando, puede reconocer la historia de cada espacio de nuestro pueblo”, apuntó.